Instituto de Salud Pública

La relación cada vez más evidente y directa entre cambio climático y los efectos que éste podría tener en la salud de las personas, obliga a desarrollar una mirada más anticipadora, integradora y preventiva desde las entidades que tienen algo que decir en la materia.
Esa es a juicio del jefe del departamento de Salud Ocupacional, Dr. Reynaldo Concha, una de las apreciaciones generales que dejó la participación del Instituto de Salud Pública de Chile en la última Reunión regional de los Centros Colaboradores de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que se dio cita en Río de Janeiro, Brasil.
El encuentro convocó a los representantes de los distintos centros de la Región para compartir y discutir en torno a la sustentabilidad, el cambio climático, el medio ambiente, y cómo los organismos colaboradores pueden contribuir desde sus diferentes potencialidades y funciones.
Con un enfoque multisectorial, la jornada enfatizó los potenciales impactos que podrían proyectarse tanto en la salud de la población total como en grupos específicos de la sociedad. En el caso particular del ISP, y de acuerdo a la invitación de la OPS, éste aportó su análisis desde el prisma de la salud ocupacional.
“Hay preocupación sobre la relación que puede existir entre la aparición de nuevas problemáticas para la salud de la población y los fenómenos climáticos, y en nuestro caso, más específicamente para los trabajadores expuestos directa o indirectamente a dichos fenómenos”, explicó Concha.
El facultativo agregó que la salud ocupacional tiene una relación, aunque no siempre del todo evidente, con la sustentabilidad, el ambiente y los eventos climáticos, en la medida que estos últimos puedan impactar negativamente y de forma global en las economías, comprometiendo las condiciones de empleo, por ejemplo al generando inestabilidad laboral, y/o afectando las condiciones ambientales de los puestos de trabajo, como en el caso de la disminución de la capa de ozono y la exposición de trabajadores a radiaciones UV.
“Existen ciertas condiciones ambientales que generan inestabilidad laboral, lo que provoca un gran impacto negativo en la empleabilidad. Muchas veces esto trae consigo el deterioro de las condiciones de trabajo, salario y de otras características del empleo, lo que atenta contra la posibilidad de conseguir trabajos decentes” dijo.
Ahora, en un campo aún más específico, Concha agregó que es sabido que existen enfermedades que están condicionadas por los cambios ecosistémicos, cambios que modifican el riesgo de contraer una enfermedad en el entorno laboral, situaciones en las que se debe poner especial atención ante modificaciones abruptas de las condiciones ambientales para actuar oportunamente en forma preventiva.
Uno de estos casos, en la realidad chilena, es el que se origina a partir de la alteración en el crecimiento de la quila, la cual escasea en períodos de sequía en zonas más despobladas favoreciendo la migración del ratón colilargo, véctor de transmisión del Virus Hanta, hacia ambientes más poblados por el humano en busca de comida, lo que conlleva el aumento del riesgo de contagio en poblaciones de trabajadores forestales y de la agricultura.
“Otro caso interesante, es el que se ha visto en Mesoamérica, donde, dentro de varias otras hipótesis, se ha postulado la vinculación de una enfermedad crónica renal que ha aparecido entre trabajadores agrícolas de la caña y las condiciones climáticas donde esas personas realizan su trabajo. Esta ha ido en aumento en algunos nichos puntuales y su aumento podría estar determinado por las largas horas de exposición a calor junto con la baja hidratación de las personas. Las investigaciones aún siguen en curso y la real causa o grupo de causas directas que están generando esta Insuficiencia Renal crónica no están determinadas”, dijo.
Además recalca que ”en el contexto general de lo debatido en este encuentro, es interesante el que ya se comience a observar que el cambio climático y la sustentabilidad de los sistemas pueden tener alguna influencia en algunas problemáticas de salud no sólo en la población general, sino que también pueden determinar ciertas problemáticas específicas en los trabajadores”.

La relación cada vez más evidente y directa entre cambio climático y los efectos que éste podría tener en la salud de las personas, obliga a desarrollar una mirada más anticipadora, integradora y preventiva desde las entidades que tienen algo que decir en la materia.

Esa es a juicio del jefe del departamento de Salud Ocupacional, Dr. Reynaldo Concha, una de las apreciaciones generales que dejó la participación del Instituto de Salud Pública de Chile en la última Reunión regional de los Centros Colaboradores de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que se dio cita en Río de Janeiro, Brasil.

El encuentro convocó a los representantes de los distintos centros de la Región para compartir y discutir en torno a la sustentabilidad, el cambio climático, el medio ambiente, y cómo los organismos colaboradores pueden contribuir desde sus diferentes potencialidades y funciones.

Con un enfoque multisectorial, la jornada enfatizó los potenciales impactos que podrían proyectarse tanto en la salud de la población total como en grupos específicos de la sociedad. En el caso particular del ISP, y de acuerdo a la invitación de la OPS, éste aportó su análisis desde el prisma de la salud ocupacional.

“Hay preocupación sobre la relación que puede existir entre la aparición de nuevas problemáticas para la salud de la población y los fenómenos climáticos, y en nuestro caso, más específicamente para los trabajadores expuestos directa o indirectamente a dichos fenómenos”, explicó Concha.

El facultativo agregó que la salud ocupacional tiene una relación, aunque no siempre del todo evidente, con la sustentabilidad, el ambiente y los eventos climáticos, en la medida que estos últimos puedan impactar negativamente y de forma global en las economías, comprometiendo las condiciones de empleo, por ejemplo al generando inestabilidad laboral, y/o afectando las condiciones ambientales de los puestos de trabajo, como en el caso de la disminución de la capa de ozono y la exposición de trabajadores a radiaciones UV.

“Existen ciertas condiciones ambientales que generan inestabilidad laboral, lo que provoca un gran impacto negativo en la empleabilidad. Muchas veces esto trae consigo el deterioro de las condiciones de trabajo, salario y de otras características del empleo, lo que atenta contra la posibilidad de conseguir trabajos decentes” dijo.

Ahora, en un campo aún más específico, Concha agregó que es sabido que existen enfermedades que están condicionadas por los cambios ecosistémicos, cambios que modifican el riesgo de contraer una enfermedad en el entorno laboral, situaciones en las que se debe poner especial atención ante modificaciones abruptas de las condiciones ambientales para actuar oportunamente en forma preventiva.

Uno de estos casos, en la realidad chilena, es el que se origina a partir de la alteración en el crecimiento de la quila, la cual escasea en períodos de sequía en zonas más despobladas favoreciendo la migración del ratón colilargo, véctor de transmisión del Virus Hanta, hacia ambientes más poblados por el humano en busca de comida, lo que conlleva el aumento del riesgo de contagio en poblaciones de trabajadores forestales y de la agricultura.

“Otro caso interesante, es el que se ha visto en Mesoamérica, donde, dentro de varias otras hipótesis, se ha postulado la vinculación de una enfermedad crónica renal que ha aparecido entre trabajadores agrícolas de la caña y las condiciones climáticas donde esas personas realizan su trabajo. Esta ha ido en aumento en algunos nichos puntuales y su aumento podría estar determinado por las largas horas de exposición a calor junto con la baja hidratación de las personas. Las investigaciones aún siguen en curso y la real causa o grupo de causas directas que están generando esta Insuficiencia Renal crónica no están determinadas”, dijo.

Además recalca que ”en el contexto general de lo debatido en este encuentro, es interesante el que ya se comience a observar que el cambio climático y la sustentabilidad de los sistemas pueden tener alguna influencia en algunas problemáticas de salud no sólo en la población general, sino que también pueden determinar ciertas problemáticas específicas en los trabajadores”.