Instituto de Salud Pública

Proteger la salud de los buzos profesionales y avanzar en las condiciones de seguridad con  que se ejerce la actividad en el país, es lo que inspiró el Acuerdo Marco de Cooperación entre el Instituto de Salud Pública de Chile y la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar), firmado esta mañana, en Valparaíso.

La suscripción del convenio se realizó en las dependencias de Directemar, entre el director general de dicho organismo, contraalmirante Humberto Ramírez Navarro, y la directora del ISP, Dra. María Teresa Valenzuela.

El acuerdo establece un vínculo de colaboración técnica sobre los estándares que competen a cada una de las organizaciones, exigibles a la hora del ejercicio seguro del buceo profesional en Chile como actividad laboral.

Para ello, las partes iniciarán un proceso de intercambio de información, trabajos conjuntos y desarrollo de proyectos específicos que contribuyan a mejorar los elementos de protección personal (EPP) en el ámbito marítimo; optimizar el registro y control de compresores de aire y cámaras hiperbáricas mono y multiplaza; a vigilar las patologías ocupacionales derivadas de la actividad; y a modernizar y generar nueva literatura y regulación atingente al buceo, entre otras materias.

Al respecto, la directora del ISP resaltó la importancia del acuerdo, que viene a dar respuesta a la preocupación de la Presidencia por la salud y seguridad de los trabajadores, “sobre todo después del accidente de la Mina San José el 2010, suceso que obligó a reforzar la colaboración entre organismos públicos con el fin de asegurar una gestión más eficiente de las tareas propias y compartidas”.

“Nos dimos cuenta con Directemar que teníamos coincidencias en nuestra misión y funciones; mientras ellos velan por la seguridad de las personas en el mar, nosotros hacemos lo propio por su salud. A partir de estos puntos de encuentro hemos querido dar forma a un trabajo conjunto por la vía del convenio”, añadió.

Valenzuela adelantó que, sin perjuicio de otras, habrá dos temáticas prioritarias: trabajar  en torno a los equipos de respiración autónoma, sus compresores y de aire y, eventualmente, las cámaras hiperbáricas; y en definir, caracterizar y regular  el listado de elementos de protección personal (EPP).

“El elevado sub-diagnóstico de la enfermedad por descompresión inadecuada (EDI), tanto del tipo I como del tipo II, ha generado un aumento considerable de la patología neurológica degenerativa a largo plazo por esta causa. Ello obliga a mejorar el marco regulatorio y la fiscalización sobre la forma en que se ejerce el buceo, y sobre los equipos de respiración autónoma que se ocupan”, añadió la titular del ISP.

Asimismo, explicó que mejorar el uso y el registro de los EPP en el buceo, debiera tener un efecto positivo en la prevención de los riesgos y en la reducción de accidentes y enfermedades ocupacionales, en la estandarización de los implementos, y en la actualización de la normativa que la rige.

La directora agrego que otras de las materias del convenio es cómo abordar desde el punto vista de la atención médica, la oportuna atención clínica del buzo, cuyo problema se incrementa  en las zonas más australes de Chile, donde el buceo está asociado a la industria acuícola.

Cabe destacar que Chile es un país con un extenso litoral y que como tal hace un uso extensivo de los recursos que del mar proveen, actividad en la que el buceo es relevante, contando a la fecha con cerca de 33.000 matrículas otorgadas.

Sólo durante el año 2012 y sin contar las actividades de buceo extractivo, fueron otorgadas 29.500 autorizaciones de trabajos submarinos, acciones que han demandado importantes esfuerzos en cautelar el cumplimiento de las normas y resguardo de la seguridad de los buceadores.

El Almirante Humberto Ramírez comentó sobre la necesidad de la Autoridad Marítima, en establecer medidas de seguridad consecuentes con nuestro rol de salvaguardar la vida humana en el mar, obligan a mantener actualizada la política y procedimientos de fiscalización de la normativa de buceo profesional y en especial en el ámbito de normas de certificación de elementos de protección personal y aspectos de salud ocupacional del personal que labora en el mar.

El Director General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante agregó “Este acuerdo, busca potenciar el trabajo que cada parte realiza en resguardo de la salud y prevención de riesgos laborales, y es el punto de partida para extenderse a otras áreas de competencias comunes,  tales como salud ambiental, evaluación de partes y equipos de buceo, filtros de aire, certificación de cámaras de descompresión, entre otros”.