En la reunión del miércoles 27 de enero, representantes del Colegio Médico Veterinario reconocieron como una confusión, ante el Directorio del Instituto de Salud Pública de Chile, la acusación pública que se le hizo a la institución acerca de las multas que estaría cursando a veterinarios, por el uso de productos farmacéuticos de tipo humano en animales.
El ISP valoró el reconocimiento de esta “confusión” por parte del Colegio Médico Veterinario y reforzó ante los presentes su rol como un ente fiscalizador ante las droguerías, explicando que el único fin de esto ha sido resguardar la salud de las personas y animales.
En la reunión estuvieron presentes la Directora (s) del ISP, Pamela Milla; la jefa de Asesoría Jurídica ISP, Biby Ferrada; el Jefe del Subdepartamento de Farmacia, Sergio Muñoz; la Presidenta Colegio Médico Veterinario, Patricia Eliana Escárate Cortés; la representante de la Sociedad de Anestesia Veterinaria, Mariela Goich Vivar; el Asesor Unidad de Zoonosis y Controles de Vectores de DIPOL, Ministerio de Salud, Alonso Parra y el Asesor Unidad Política y regulaciones farmacéuticas de DIPOL, Ministerio de Salud, Guillermo Olivares.
“Como Instituto de Salud Pública es nuestra obligación velar por la seguridad de los productos farmacéuticos. Fue este caso puntual, de una droguería que no contaba con las condiciones de almacenamiento de medicamentos, la que se fiscalizó y la que se sancionó. Coincidió que estos medicamentos se expendían a clínicas veterinarias, y por suerte de la salud de los animales que serían tratados con dichos medicamentos, se pudo detectar que los fármacos estaban almacenados en dudoso estado”, aseguró Pamela Milla.
Además, la Directora (s) del ISP recalcó que la acusación que se le hizo al instituto ha sido grave y no se ajusta a la verdad ya que aparece en la regulación y nunca se le ha prohibido a los veterinarios ejercer con medicamentos de uso humano. Por lo mismo invitó a los representantes del Colegio Médico Veterinario a informarse bien del contenido del acta que se dejó en la droguería fiscalizada.
Esta droguería Acevedo y Gonzalez y CIA. LTDA (DYKONOS Cia Ltda) efectivamente abastecía a médicos veterinarios, con y sin botiquines. Y a raíz de esto, fue el mismo círculo de veterinarios quien dejó ver una problemática existente entre su gremio donde la mayoría de las clínicas veterinarias no cuentan con el botiquín exigido por la ley para el control y almacenamiento de los medicamentos.
Tener botiquín es requisito legal para las droguerías distribuyan a los establecimientos productos farmacéuticos, porque estos necesitan condiciones de almacenamiento, temperatura, humedad y un estándar de trazabilidad, sino pueden perder calidad y eficacia, poniendo en riesgo a los pacientes y evitando su distribución por canales informales con riesgos a la población.
Desde el año 2014, cuando entró en vigencia la Ley de Fármacos, esta institución pública asume el rol de entregar la autorización sanitaria de botiquines. Desde esa fecha hasta ahora se han otorgado sólo tres autorizaciones de botiquines para clínicas veterinarias ya que han sido las únicas solicitadas.
El Instituto de Salud Pública aclara que existe una preocupación constante porque todo centro de salud, donde se almacenan productos farmacéuticos, cuente con los resguardos y las medidas necesarias para asegurar a todo tipo de pacientes, humanos y animal, productos en buen estado.