Toda la actualización de los conocimientos y análisis respecto a los alimentos que contienen fibra en el mercado, fue la clave del Primer Seminario sobre Fibra Dietaria realizado por el Instituto de Salud Pública de Chile y el Capitulo Chileno de Composición de Alimentos (Capchical).
En la oportunidad se abordaron las temáticas respecto a los últimos avances que hay en las metodologías analíticas para la determinación de fibras dietarias, entre las que destacó la diferenciación en las pruebas de las fibras solubles e insolubles para el arrojo de fibra dietaria total, requerida para etiquetar los alimentos de acuerdo a la Reglamentación Vigente (RSA) .
Sin embargo, uno de los desafíos principales fue poder encontrar una metodología analítica transversal adecuada para los laboratorios y la industria, que detecte la fibra en los productos alimenticios de acuerdo a la matriz o composición de una formulación de alimentos.
A raíz de esto, se pudo conocer las distintas metodologías vigentes por la AOAC y poner en práctica uno de estos métodos validados por la Official Methods of Analysis (OMA), el que permitió diferenciar y separar la fibra soluble de la insoluble además de obtener los almidones resistentes, oligosacáridos y compuestos que estarían interviniendo en la cuantificación de la fibra dietaria.
Emilia Raymond, Jefa de la Sección Química de Alimentos y Nutrición del Instituto de Salud Pública de Chile, aseguró que la metodología experimentada en esta ocasión es una de las formas más efectivas para hallar la fibra en los alimentos. “Debido a que se realiza un tratamiento enzimático para extraer todas las proteínas que interfieren en el análisis, y posteriormente se efectúa una cromatografía líquida que permite cuantificar la fibra dietaria total, esta es una de las técnicas más convincentes y apropiadas para el análisis”.
Este encuentro abordó la fibra dietaria como uno de los temas más importantes que abarca hoy la industria mundial alimenticia y nutricional, debido al impacto social que ejerce su valor en materia de salud. Por lo mismo, además de las tecnologías apropiadas para detectar la fibra total, en el seminario se trataron los beneficios de la fibra dietaría respecto a los efectos fisiológicos, alimentos que la contienen y normativa al respecto.
La capacitación contó con destacadas exposiciones internacionales a cargo de las expertas del Reino Unido; Victoria Betteridge, quien se refirió a definiciones y conceptos de fibras dietarías; y Annette Evans, profesional que dictó un taller práctico sobre forma de determinar fibras dietarias solubles e insolubles y análisis de otros componentes, a través de cromatografía líquida.
Además la profesional Angela Zuleta, de la Universidad de Buenos Aires, se refirió a los polisacaridos y oligosacaridos; y Maríane Lutz, docente de la Universidad de Valparaíso, enfatizó sobre la importancia nutricional de estas fibras.
En este aspecto se logró capacitar a los asistentes de las industrias alimenticias chilenas, laboratorios de análisis de alimentos y universidades, sobre la diferenciación e importancia de poder distinguir a través de las muestras la fibra soluble e insoluble, diferenciación que se traduce en futuras rotulaciones claras y rigurosas de los productos alimenticios.
La fibra dietaria y sus beneficios
Si bien en este seminario el eje central fue acordar y actualizar las metodologías de análisis, el desarrollo del taller integró todos los conocimientos que se destacan respecto a la fibra dietaría.
La fibra dietaria se puede definir como parte de las plantas comestibles que resiste a la digestión y absorción en el intestino delgado, y que experimenta fermentación parcial o total en el intestino grueso.
Como se presenta, existen dos tipos de fibras. La soluble, actúa reteniendo el agua y se vuelve gel durante la digestión, produciendo un retardo digestivo y la absorción de nutrientes desde el estómago. Esta se puede encontrar en alimentos como el salvado de avena, la cebada, las semillas y algunas frutas.
Por otra parte, se encuentra la fibra insoluble que acelera el proceso de los alimentos, la que puede ser detectada en el salvado de trigo, verduras y los granos enteros.
Si bien los efectos fisiológicos de la fibra ya han sido estudiados y comprobados científicamente, en esta oportunidad se mencionaron los beneficios que van desde la reducción niveles colesterol total, atenuación de la glicemia, laxación y aumento del volumen fecal, fermentación del colon en producción de ácidos grasos de cadena corta, reducción tiempo tránsito intestinal, reducción presión sanguínea, modulación positiva microbiotica intestinal, hasta la eficaz ayuda a la pérdida de peso, reduciendo masa corporal y generando saciedad en los consumidores.
Por lo mismo, este seminario demostró la importancia de la identificación de ambas fibras para poder entregar información asertiva sobre lo que se consume al momento de elegir un producto alimenticio, tarea en la que trabaja constantemente el ISP.