Luego de la confirmación del Instituto de Salud Pública de cuatro casos de dengue autóctono en Rapa Nui, el Ministerio de Salud decretó una alerta sanitaria en la Isla de Pascua y diversas medidas para evitar la propagación de este virus.
Una de las principal forma de combatir la propagación de estos virus y protegerse contra la picadura del mosquito Aedes aegypti, es la aplicación de repelentes de insectos que contengan DEET.
A mayor concentración de DEET mayor tiempo de protección, por lo cual un producto que contiene 30% de DEET proporciona en promedio 6 horas de protección contra la picadura. Los repelentes que contienen DEET pueden ser utilizados por adultos y niños mayores de 2 meses de edad, sin embargo la Sociedad americana de pediatría recomienda que en niños se utilicen productos que no contengas más del 30% de DEET.
Se recomienda tener cuidado al momento de aplicar este tipo de producto ya que puede ocasionar hipersensibilidad, ronchas, irritación o enrojecimiento, síntomas que generalmente son leves y desaparecen cuando el producto es eliminado de la piel.
En concentraciones altas de y durante un periodo de tiempo prolongado pueden provocar reacciones cutáneas más graves, como ampollas, quemaduras y cicatrices permanentes en la piel, además de insomnio y cambios en el estado de ánimo (concentración de más del 50%).
En caso de rociar DEET involuntariamente en ojos, nariz o boca, se puede experimentar una sensación de ardor temporal y presentar enrojecimiento.
El hecho de lavar el área generalmente hace que los síntomas desaparezcan y las quemaduras en los ojos pueden requerir medicamentos.
Cómo utilizar los productos con DEET de manera segura
• No lo aplique sobre la piel lastimada, heridas o piel irritada.
• No lo aplique sobre manos o cerca de los ojos y la boca de niños pequeños.
• No permita que los niños pequeños apliquen este producto.
• Utilice sólo el repelente necesario para cubrir la piel expuesta y/o ropa.
• No lo aplique por debajo de la ropa. • Evite la aplicación excesiva de este producto.
• Al regresar al interior, lave la piel tratada con agua y jabón.
• Lave la ropa tratada antes de volver a usarla.
• No rociar en áreas cerradas.
• No aplicar ni pulverizar en la cara; primero rociar sobre las manos y luego frotar sobre la cara.