Instituto de Salud Pública

 

Tras incendio en Valparaíso
ISP entrega recomendaciones de autocuidado para voluntarios y voluntarias en situaciones de desastre
Trabajar con ropa adecuada, agrupándose a organizaciones y procurar el autocuidado emocional son solo algunas de las recomendaciones que se entregan para “no ir en ayuda y convertirse en otra víctima de la emergencia”. 
Chile no está exento de vivir emergencias, desastres o catástrofes, por lo que cada cierto tiempo sus habitantes están expuestos a situaciones en que la naturaleza o la acción del hombre pone a prueba nuestras capacidades. Esta reflexión se hizo evidente una vez más, con el incendio que afectó el pasado 02 de enero a la región de Valparaíso, y que preliminarmente registra 19 personas lesionadas, 222 viviendas destruidas y 123 personas albergadas.
Conscientes de la realidad de nuestro país, y tras el terremoto del 27 de febrero del 2010, fue que un grupo de expertos en riesgo psicosocial y del ámbito de la asistencia a las personas, se reunió para acordar y generar lineamientos transversales tanto para trabajadores que desempeñan labores en respuesta a una emergencia, así como voluntarios que colaboren en respuesta y/o reconstrucción. Dicha información está disponible y se difunde en la medida que una emergencia se genere. 
Estos lineamientos buscan que el desempeño de las labores de respuesta y reconstrucción se lleven a cabo de la mejor forma posible, cuidando la integridad física y mental de voluntarios y voluntarias.
Tras el trabajo que se extendió durante el año 2010, se generaron dos documentos: “Recomendaciones para el Autocuidado en Trabajadores y Trabajadoras Asistenciales en Situaciones de Desastre” y “Recomendaciones de Autocuidado para Voluntarios y Voluntarias en Situaciones de Desastre”. 
En relación al documento formulado para voluntarios, este presenta 23 recomendaciones distribuidas en 4 grupos:
Recomendaciones Generales
Recomendaciones para el Autocuidado Físico
Recomendaciones para el Autocuidado Emocional:
Recomendaciones para el trabajo en equipo
“Cada dimensión contiene, de manera simple y realizable, recomendaciones y actividades que pueden mejorar el desempeño y el autocuidado de quienes colaboran. La primera recomendación es procurar no convertirse en otra víctima de la emergencia”, finalizó Luis Caroca, jefe de la sección de ergonomía del Departamento de Salud Ocupacional del ISP y coordinador del grupo de expertos que elaboró el material.
Contar con los EPP necesarios para la labor a desempeñar, la importancia del descanso, alimentación adecuada, hidratación y procurar un buen ambiente para el desempeño del trabajo, son algunas de las recomendaciones presentes en el documento.
Ambas recomendaciones fueron creadas con el apoyo de expertos de la Asociación Chilena de Seguridad, Centro de Estudios de la Mujer, Instituto de Seguridad laboral, Universidad Católica del Maule, Dirección del Trabajo, Superintendencia de Seguridad Social, Instituto de Seguridad del Trabajo, Universidad Diego Portales, Instituto de Salud Pública de Quebec, Universidad Católica de Valparaíso, Mutual de la Cámara Chilena de la Construcción, Pontificia Universidad Católica de Chile, Psicólogos Voluntarios, Universidad de Chile, Fundación de Ciencia y Trabajo, entre otras organizaciones públicas y ONGs.
Revisa la cartilla haciendo click AQUÍ.

 

Chile no está exento de vivir emergencias, desastres o catástrofes, por lo que cada cierto tiempo sus habitantes están expuestos a situaciones en que la naturaleza o la acción del hombre pone a prueba nuestras capacidades. Esta reflexión se hizo evidente una vez más, con el incendio que afectó el pasado 02 de enero a la región de Valparaíso, y que preliminarmente registra 19 personas lesionadas, 222 viviendas destruidas y 123 personas albergadas.

Conscientes de la realidad de nuestro país, y tras el terremoto del 27 de febrero del 2010, fue que un grupo de expertos en riesgo psicosocial y del ámbito de la asistencia a las personas, se reunió para acordar y generar lineamientos transversales tanto para trabajadores que desempeñan labores en respuesta a una emergencia, así como voluntarios que colaboren en respuesta y/o reconstrucción. Dicha información está disponible y se difunde en la medida que una emergencia se genere. 

Estos lineamientos buscan que el desempeño de las labores de respuesta y reconstrucción se lleven a cabo de la mejor forma posible, cuidando la integridad física y mental de voluntarios y voluntarias.

Tras el trabajo que se extendió durante el año 2010, se generaron dos documentos: “Recomendaciones para el Autocuidado en Trabajadores y Trabajadoras Asistenciales en Situaciones de Desastre” y “Recomendaciones de Autocuidado para Voluntarios y Voluntarias en Situaciones de Desastre”. 

En relación al documento formulado para voluntarios, este presenta 23 recomendaciones distribuidas en 4 grupos:

 

  • Recomendaciones Generales
  • Recomendaciones para el Autocuidado Físico
  • Recomendaciones para el Autocuidado Emocional
  • Recomendaciones para el trabajo en equipo

 

“Cada dimensión contiene, de manera simple y realizable, recomendaciones y actividades que pueden mejorar el desempeño y el autocuidado de quienes colaboran. La primera recomendación es procurar no convertirse en otra víctima de la emergencia”, finalizó Luis Caroca, jefe de la sección de ergonomía del Departamento de Salud Ocupacional del ISP y coordinador del grupo de expertos que elaboró el material.

Contar con los EPP necesarios para la labor a desempeñar, la importancia del descanso, alimentación adecuada, hidratación y procurar un buen ambiente para el desempeño del trabajo, son algunas de las recomendaciones presentes en el documento.

Ambas recomendaciones fueron creadas con el apoyo de expertos de la Asociación Chilena de Seguridad, Centro de Estudios de la Mujer, Instituto de Seguridad laboral, Universidad Católica del Maule, Dirección del Trabajo, Superintendencia de Seguridad Social, Instituto de Seguridad del Trabajo, Universidad Diego Portales, Instituto de Salud Pública de Quebec, Universidad Católica de Valparaíso, Mutual de la Cámara Chilena de la Construcción, Pontificia Universidad Católica de Chile, Psicólogos Voluntarios, Universidad de Chile, Fundación de Ciencia y Trabajo, entre otras organizaciones públicas y ONGs.

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