Taller de lectura de de radiografías para Neumoconiosis por sílice de acuerdo a los estándares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), dictó el Instituto de Salud Pública (ISP) para especialistas de Chile y Perú.
La actividad, de carácter avanzado, que se dictó en modalidad teórico-práctica, se extendió por tres días y estuvo dirigida a especialistas en salud ocupacional, radiólogos y broncopulmonares, con experiencia en Salud Ocupacional y en este tipo de lecturas.
Reunió en torno al tema, a profesionales médicos de todo Chile y de Perú, tal como ha ocurrido en otras oportunidades en que se han solicitado cupos desde otros países de Latinoamérica.
Al respecto, el jefe del subdepartamento de Salud de los Trabajadores, Dr. Mario Maturana, explicó que el curso buscó que los médicos especialistas puedan obtener competencias avanzadas para interpretar de manera óptima las lecturas de radiografías de tórax para neumoconiosis por sílice.
“La idea es que a través de la capacitación, adquieran las competencias necesarias para visualizar aquellas alteraciones que se pueden encontrar en este tipo de radiografías, en consideración a que existe una gran cantidad de trabajadores que se encuentran en programas de vigilancia epidemiológica, vigilancia que considera una radiografía de tórax en forma periódica para detectar en forma precoz esta enfermedad ocupacional”, afirmó.
Maturana puntualizó que “según las alteraciones que se encuentran en la radiografía, el médico puede discernir cuáles son las afecciones a las que debe focalizarse, las que va a registrar en los formularios de clasificación OIT para facilitar el análisis global y la vigilancia nacional, lo que ayuda a construir un registro de salud ocupacional para monitorear la prevalencia de la Silicosis”.
Se estima que la fuerza de trabajo activa expuesta a sílice en nuestro país alcanza al 5,4% del total de trabajadores activos, esto es, alrededor de 400 mil personas.
“Este universo que hoy está expuesto al riesgo, tiene una probabilidad de generar silicosis; y entonces, si un médico no está lo suficientemente entrenado para identificar la patología en una radiografía, probablemente no la diagnostique, o lo haga en estadíos tardíos”.
Maturana añadió que entre las enfermedades profesionales con prevalencia en nuestro país, uno de los mayores problemas es el sub-diagnóstico.
“Pero dentro de las que sí se registran y se notifican, la Silicosis ocupa alrededor del quinto lugar, superada habitualmente por las enfermedades músculo-esqueléticas, laringopatías, hipoacusia y las dermatitis por contacto. Sin embargo, este diagnóstico y notificación deriva de una acertada interpretación radiográfica. De ahí la importancia de este tipo de cursos”, agregó el especialista.
“Hasta unos años atrás, se pensaba que la Silicosis se relacionaba mayoritariamente con la Minería, pero el estudio realizado por el Instituto de Salud Pública durante los años 2004 – 2005 a través del Departamento de Salud Ocupacional demostró que existen al menos otros 32 rubros donde existe el riesgo de exposición a sílice en Chile”.
Taller de lectura de de radiografías para Neumoconiosis por sílice de acuerdo a los estándares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), dictó el Instituto de Salud Pública (ISP) para especialistas de Chile y Perú.
La actividad, de carácter avanzado, que se dictó en modalidad teórico-práctica, se extendió por tres días y estuvo dirigida a especialistas en salud ocupacional, radiólogos y broncopulmonares, con experiencia en Salud Ocupacional y en este tipo de lecturas.
Reunió en torno al tema, a profesionales médicos de todo Chile y de Perú, tal como ha ocurrido en otras oportunidades en que se han solicitado cupos desde otros países de Latinoamérica.
Al respecto, el jefe del subdepartamento de Salud de los Trabajadores, Dr. Mario Maturana, explicó que el curso buscó que los médicos especialistas puedan obtener competencias avanzadas para interpretar de manera óptima las lecturas de radiografías de tórax para neumoconiosis por sílice.
“La idea es que a través de la capacitación, adquieran las competencias necesarias para visualizar aquellas alteraciones que se pueden encontrar en este tipo de radiografías, en consideración a que existe una gran cantidad de trabajadores que se encuentran en programas de vigilancia epidemiológica, vigilancia que considera una radiografía de tórax en forma periódica para detectar en forma precoz esta enfermedad ocupacional”, afirmó.
Maturana puntualizó que “según las alteraciones que se encuentran en la radiografía, el médico puede discernir cuáles son las afecciones a las que debe focalizarse, las que va a registrar en los formularios de clasificación OIT para facilitar el análisis global y la vigilancia nacional, lo que ayuda a construir un registro de salud ocupacional para monitorear la prevalencia de la Silicosis”.
Se estima que la fuerza de trabajo activa expuesta a sílice en nuestro país alcanza al 5,4% del total de trabajadores activos, esto es, alrededor de 400 mil personas.
“Este universo que hoy está expuesto al riesgo, tiene una probabilidad de generar silicosis; y entonces, si un médico no está lo suficientemente entrenado para identificar la patología en una radiografía, probablemente no la diagnostique, o lo haga en estadíos tardíos”.
Maturana añadió que entre las enfermedades profesionales con prevalencia en nuestro país, uno de los mayores problemas es el sub-diagnóstico.
“Pero dentro de las que sí se registran y se notifican, la Silicosis ocupa alrededor del quinto lugar, superada habitualmente por las enfermedades músculo-esqueléticas, laringopatías, hipoacusia y las dermatitis por contacto. Sin embargo, este diagnóstico y notificación deriva de una acertada interpretación radiográfica. De ahí la importancia de este tipo de cursos”, agregó el especialista.
“Hasta unos años atrás, se pensaba que la Silicosis se relacionaba mayoritariamente con la Minería, pero el estudio realizado por el Instituto de Salud Pública durante los años 2004 – 2005 a través del Departamento de Salud Ocupacional demostró que existen al menos otros 32 rubros donde existe el riesgo de exposición a sílice en Chile”.