El Instituto de Salud Pública de Chile a través de la Sección de Radiaciones del Depto. de Salud Ocupacional, efectúa la Vigilancia Radiológica Personal de los trabajadores controlados por dosimetría personal externa en Chile.
El sistema tiene como objetivo conocer, evaluar y mantener el registro de dosis de estos trabajadores, así como, tomar las acciones sanitarias oportunas cuando se requieran, con vista a lograr una optimización de las diferentes prácticas con exposición a las radiaciones y la prevención de afectaciones de posibles daños a la salud.
Este se basa en las recomendaciones internacionales actuales emitidas por la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP) y en este sentido, desde el 2007 se establecieron en el país, límites secundarios basados en estas recomendaciones, de tal manera que, cuando el sistema detecta una dosis por encima de estos límites, que no se justifica para el tipo de fuente ni carga de trabajo, se indica su investigación por parte del empleador y autoridad competente – Secretarías Regionales Ministeriales de Salud y la Comisión Chilena de Energía Nuclear según el caso-, con vista a determinar su causa y si la misma se debió o no, a una irradiación del trabajador.
La Vigilancia Radiológica permite además, identificar tendencias, verificar cumplimiento de los límites de dosis y realizar comparaciones entre distintos grupos y tipos de prácticas con exposición a radiaciones.
De igual manera, permite a las autoridades competentes realizar investigaciones en este campo y tomar acciones oportunas para mejorar los sistemas y programas de protección radiológica en las instalaciones, así como optimizar las prácticas con una disminución de las dosis individuales y colectivas.
El número promedio de dosis que se registra por año y que evalúa el sistema es de unas 80.000, por lo tanto, en el período que se analiza, de 7 años, el registro asciende a aproximadamente 560.000 dosis.
Según precisó el jefe de la Sección Radiaciones Ionizantes y No Ionizantes, Dr. Otto Delgado, el informe técnico actual muestra el registro y la caracterización de casos del periodo comprendido entre enero de 2007 y diciembre de 2013, con dosis significativas superiores a los límites secundarios establecidos por el Sistema de Vigilancia.
De esta forma y a manera de ejemplo, se considera como “caso”, cualquier dosis detectada superior a los 5 mSv por trimestre para cuerpo total; todas fueron notificadas e investigadas de la forma ya descrita.
El Sievert (Sv) es la unidad en el sistema internacional de unidades, que describe la magnitud de dosis equivalente-efectiva de radiación absorbida por el tejido vivo teniendo en cuenta el tipo de radiación y se asocia a sus posibles efectos biológicos.
En condiciones normales de trabajo, las dosis que se involucran en las diferentes prácticas son muy pequeñas, por lo que se utilizan submúltiplos de esta unidad, la más frecuente, el miliSievert (mSv), cuya equivalencia es 1 Sv=1000 mSv. Se entiende que a menos dosis, existe un menor riesgo.
El Dr. Delgado agregó, que para el periodo de evaluación que se presenta, 2007 al 2013, las dosis de los trabajadores expuestos y controlados dosimétricamente en Chile, están en un rango dentro de lo esperado y que todas las dosis, excepto algunas puntuales, N = 39, están por debajo del límite primario de dosis para cuerpo total de 50 mSv/año, establecido legalmente en el D.S. 03/85 del MINSAL “Reglamento de Protección Radiológica.
A manera de resumen, en los 7 años evaluados, se registraron 337 alertas con dosis superiores a los límites secundarios establecidos por el Sistema de Vigilancia, de las cuales, el 41,8% de los casos fueron dosis superiores a los 12,5 mSv e inferiores a 50 mSv, en tanto el 58,2%, fueron casos con dosis entre los 5 y los 12,5 mSv.
El informe también muestra que en el año 2008 se produjo el mayor número de alertas con dosis superiores a los 12,5 mSv, mientras que el año de menor incidencia fue el 2011. Además, el 46,9% de las alertas correspondieron a trabajadores que se desempeñan en instalaciones de primera categoría, el 48,1% en segunda categoría, y tan sólo un 5,0% de tercera categoría; lo que corresponde a lo esperado, por el tipo de fuente emisora con la que se trabaja en estas instalaciones.
“Los resultados obtenidos por el Sistema de Vigilancia Radiológica personal han sido beneficiosos y han servido para la toma de medidas oportunas, las cuales sin lugar a dudas, han contribuido para mejorar las condiciones de trabajo de las personas expuestas, disminuyendo el riesgo en su entorno laboral contribuyendo en la mejora de la salud pública de nuestra población”, concluyó.