Con el objetivo de promover las buenas prácticas de laboratorio en la manipulación de agentes patógenos o tóxicos, y educar al personal del laboratorio clínico en este ámbito, el Departamento Laboratorio Biomédico y de Referencia Nacional del Instituto de Salud Pública de Chile emitió la Guía de Bioseguridad de Laboratorios Clínicos, orientado a personal de laboratorio en general y a encargados de la gestión de Bioseguridad o Calidad de sus instituciones, que se desempeñan en laboratorios clínicos públicos y privados de todo el país.
La Guía de Bioseguridad forma parte de una serie de documentos publicados por el Departamento Laboratorio Biomédico del ISP durante el presente año 2013, y que han abordado importantes áreas de referencia de laboratorio en la elaboración de documentos técnicos relacionados con temas de sus competencias.
El documento fue concebido tras un trabajo conjunto que aunó los esfuerzos del Comité de Bioseguridad del Departamento Laboratorio Biomédico del Instituto de Salud Pública de Chile, el cual es liderado por la dra. Celmira Martínez, y que fue consensuado con expertos externos.
En este contexto, el Instituto de Salud Pública de Chile también ha desarrollado durante los últimos dos años cursos destinados a brindar conocimientos y herramientas a personal de la salud de todo el país, tanto públicos como privados.
La dra. Verónica Ramírez, coordinadora del Comité de Bioseguridad explica que el objetivo ha sido “entregar conocimientos para la comprensión de los principios esenciales y conceptos básicos de la bioseguridad aplicada en el laboratorio clínico, orientados a implementar un sistema acorde con el Sistema de Gestión de Calidad”.
Por su parte, la jefa del Departamento Laboratorio Biomédico del ISP, Dra. Paola Pidal, explica que dada la relevancia que pudiera significar en algunas situaciones los riesgos físicos y químicos, en el trabajo de laboratorio, se consideró la inclusión de los mismos en esta Guía.
“Es legítimo pensar que el concepto de bioseguridad da cabida a la protección contra otros elementos, que no son estrictamente de origen biológico pero que constituyen un peligro y son capaces de generar riesgo. Por este motivo, deben considerarse medidas de protección al manipular sustancias como muestras biológicas, microorganismos, agentes químicos y agentes físicos”, explica la Dra. Pidal.
La Microbióloga precisa que esta Guía entrega una visión lo más amplia posible del problema de protección, y se incorporan las medidas tendientes a eliminar el riesgo de factores físicos, tales como radiaciones no ionizantes (luz ultravioleta, infrarrojo, microondas), láser, ultrasonido, vibraciones, ruidos, quemaduras y exposición prolongada a altas o bajas temperaturas.
Adicionalmente, este documento considera la incorporación de buenas prácticas y consideraciones para las instalaciones de los laboratorios, en las cuales se debe considerar las características y riesgos en cada institución, lo que debe ser evaluado localmente a través de un análisis de riesgos y ejecutada mediante planes de acción.
Conozca el detalle de la Guía de Bioseguridad del Instituto de Salud Pública de Chile