Más de 250 investigadores, entre ellos profesionales del Instituto de Salud Pública de Chile, expusieron por primera vez en Buenos Aires los avances del proyecto de identificación del perfil genómico de las pacientes con cáncer de mama en toda América, en el marco de la cuarta reunión anual de la Red de Investigación United States – Latin America Cancer Research (US-LACRN) de Estados Unidos, cuyo propósito es mejorar y aumentar la cooperación en investigación del cáncer.
Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, México y Estados Unidos iniciaron una investigación conjunta para determinar el perfil molecular del cáncer de mama en estos países, con el objetivo de personalizar más los tratamientos, disminuir la mortalidad y reducir la brecha tecnológica entre los países de la región. En éste último encuentro se integraron Colombia, Perú y Puerto Rico.
Uno de los mayores desafíos de la investigación clínica actual que tiene Chile, es identificar las modalidades de prevención del cáncer de mama que permitan la reducción de la morbilidad y mortalidad asociadas a desarrollar la enfermedad.
Es por ello que nuestro país se encuentra participando a través del Instituto de Salud Pública de Chile en este primer proyecto, el cual consiste en identificar el perfil molecular del cáncer de mama en estadios II y III en mujeres latinoamericanas sometidas a tratamientos estándar.
“Lo más importante es que por primera vez en cuatro años de trabajo y después de iniciar el reclutamiento de pacientes, vamos a analizar datos, porque hasta ahora sólo se trabajó en armonización de protocolos, procedimientos operativos estandarizados, guías de trabajo comunes y controles de calidad”, explicó el jefe del Subdepartamento de Genética Molecular del Departamento Laboratorio Biomédico del ISP, dr. Jorge Fernández.
El investigador precisó que se trata de un estudio de observación que consiste en analizar las muestras de los pacientes, «el cual nos permitirá identificar los subtipos genéticos de cáncer de mama para realizar un tratamiento más específico y, a su vez, tendremos mejores pronósticos”.
Durante el encuentro se expusieron los resultados obtenidos con las primeras pacientes. “Este estudio permitirá estratificarlas para determinar qué tipo de terapia contra el cáncer de mama puede dar mejor resultado”, advirtió el dr. Jorge Fernández.
Para los investigadores que integran esta Red, este tipo de proyectos es la oportunidad para acortar brechas. Por un lado, la existente entre la mesa de trabajo del investigador y el paciente; y, por el otro, la distancia tecnológica presente en los países latinoamericanos que ven aquí la oportunidad de realizar una labor en conjunto.
La Red, que incluye cerca de 30 hospitales y centros de investigación de cinco países, involucra a más de 250 profesionales entre biólogos moleculares, bioinformáticos, oncólogos clínicos, patólogos, cirujanos, epidemiólogos, asistentes sociales, psicólogos, técnicos de laboratorio y enfermeras.
En Chile participan el Instituto de Salud Pública de Chile, el Instituto Nacional del Cáncer, los hospitales San José, Dr. Luis Tisné, Barros Luco Trudeau y el San Borja Arriarán. En este último, se creó un biobanco para almacenar los tumores y muestras de sangre recolectados en el estudio. La gestión administrativa del proyecto, será realizado por el Grupo Oncológico Cooperativo Chileno de Investigación (GOCCHI).
“Chile se comprometió a participar en la investigación con 400 mujeres durante los tres años que dura el proyecto. Lo único que tenemos que pedirles a las pacientes es que nos autoricen a utilizar las muestras para estudios científicos”, precisó el dr. Jorge Fernández.
El proyecto entregará información relevante y durante su desarrollo enriquecerá nuestro medio científico con conocimientos y equipos. Los países trabajarán de forma complementaria, los técnicos se capacitarán y utilizarán el equipamiento de otros países de la red.
Para concretar lo anterior, el Instituto de Salud Pública de Chile se encuentra trabajando con tecnología de punta, lo que permitirá a futuro analizar otros tipos de cáncer. Para ello, el organismo adquirió el equipo Microarray de Agilent, único en el país.