Instituto de Salud Pública

 

La autoridad sanitaria reiteró el llamado a no automedicarse 
Llegó la primavera y con ella las molestias relacionadas a las alergias, caracterizadas por el asma, rinitis, conjuntivitis, dermatitis, urticaria, entre otras. Una forma de combatir esta reacción es con la ingesta de fármacos antialérgicos, medicamentos que aun cuando pueden eliminar las molestias de esta época, pueden causar efectos adversos a nivel neurológico, dermatológico o gastrointestinal.
Según datos del Instituto de Salud Pública (ISP), en el periodo comprendido entre julio 2015 y julio 2016 se vendieron 6.366.122 unidades, entre la lista de los 20 antialérgicos más consumidos en el país. Por este motivo, la autoridad sanitaria reiteró el llamado a no automedicarse y consultar a un médico antes de tomar este tipo de medicamentos. 
El ISP ha clasificado a este tipo de medicamentos de venta con receta médica, por lo que la primera recomendación para las personas es consultar con un médico antes de consumir estos medicamentos, para así recibir el tratamiento oportuno y con la supervisión de un profesional. 
Entre los fármacos que se pueden usar para las alergias se encuentran los broncodilatadores, un grupo de fármacos que relajan la musculatura lisa bronquial, y que al estar contraída por las alergias provoca silbidos, dificultad respiratoria y ahogo. Otro grupo corresponde a los antihistamínicos, medicamentos utilizados para aplacar los síntomas de las reacciones alérgicas, como la urticaria, la rinitis alérgica y la conjuntivitis alérgica; también alivian el prurito de enfermedades cutáneas, alergias a alimentos y algunas picaduras de insectos. 
Los principales efectos adversos asociados a antihistamínicos son sedación, somnolencia y aumento del apetito. Además provocan sequedad de boca, estreñimiento, visión borrosa con dificultad en la acomodación de objetos, así como retención de orina, entre otros.
Reacciones adversas
Durante los años 2014 y 2015, el Centro Nacional de Farmacovigilancia del Instituto de Salud Pública recibió 29 notificaciones de sospechas de reacciones adversas asociadas a antialérgicos, las cuales involucraron a pacientes entre 3 meses y 90 años de edad, siendo en su mayoría mujeres (55%).
Las reacciones adversas más frecuentemente reportadas por el uso de antialérgicos fueron erupciones cutáneas, somnolencia y sequedad de boca, por el uso de clorfenamina y loratadina, las cuales son, coincidentemente, las que ocupan los dos primeros lugares del listado de los más vendidos.
 

 

Llegó la primavera y con ella las molestias relacionadas a las alergias, caracterizadas por el asma, rinitis, conjuntivitis, dermatitis, urticaria, entre otras. Una forma de combatir esta reacción es con la ingesta de fármacos antialérgicos, medicamentos que aun cuando pueden eliminar las molestias de esta época, pueden causar efectos adversos a nivel neurológico, dermatológico o gastrointestinal.

Según datos del Instituto de Salud Pública (ISP), en el periodo comprendido entre julio 2015 y julio 2016 se vendieron 6.265.562 unidades, entre la lista de los 20 antialérgicos más consumidos en el país. Por este motivo, la autoridad sanitaria reiteró el llamado a no automedicarse y consultar a un médico antes de tomar este tipo de medicamentos. 

El ISP ha clasificado a este tipo de medicamentos de venta con receta médica, por lo que la primera recomendación para las personas es consultar con un médico antes de consumir estos medicamentos, para así recibir el tratamiento oportuno y con la supervisión de un profesional. 

Entre los fármacos que se pueden usar para las alergias se encuentran los broncodilatadores, un grupo de fármacos que relajan la musculatura lisa bronquial, y que al estar contraída por las alergias provoca silbidos, dificultad respiratoria y ahogo. Otro grupo corresponde a los antihistamínicos, medicamentos utilizados para aplacar los síntomas de las reacciones alérgicas, como la urticaria, la rinitis alérgica y la conjuntivitis alérgica; también alivian el prurito de enfermedades cutáneas, alergias a alimentos y algunas picaduras de insectos. 

Los principales efectos adversos asociados a antihistamínicos son sedación, somnolencia y aumento del apetito. Además provocan sequedad de boca, estreñimiento, visión borrosa con dificultad en la acomodación de objetos, así como retención de orina, entre otros.

Reacciones adversas

Durante los años 2014 y 2015, el Centro Nacional de Farmacovigilancia del Instituto de Salud Pública recibió 29 notificaciones de sospechas de reacciones adversas asociadas a antialérgicos, las cuales involucraron a pacientes entre 3 meses y 90 años de edad, siendo en su mayoría mujeres (55%).Las reacciones adversas más frecuentemente reportadas por el uso de antialérgicos fueron erupciones cutáneas, somnolencia y sequedad de boca, por el uso de clorfenamina y loratadina, las cuales son, coincidentemente, las que ocupan los dos primeros lugares del listado de los más vendidos.