Instituto de Salud Pública

Desde que la Ley de fármacos entró en vigencia, en febrero del 2014, el Instituto de Salud Pública asumió la labor de fiscalizar a los establecimientos farmacéuticos a fin de cumplir con todas las indicaciones que de la Ley emana y que buscan asegurar al ciudadano que los medicamentos que allí se expenden cuentan con calidad, seguridad y eficacia.

Entre los puntos que el ISP ha debido fiscalizar, se encuentra la obligatoriedad de las farmacias de disponer de los productos contenidos en el petitorio mínimo de medicamentos, el que corresponde a 215 productos esenciales identificados conforme a su denominación común internacional, forma farmacéutica, dosis y uso indicado. 

Estos productos son los necesarios para la eficiente atención de la población, considerando su condición de salud y enfermedades prevalentes y el que sirve de base para determinar los petitorios mínimos con que deben contar los establecimientos de expendio de productos farmacéuticos. 

Para cumplir el mandato de la Ley, el Instituto de Salud Pública dobló la dotación de fiscalizadores para la Región Metropolitana y mantiene una coordinación permanente con las Seremis de Salud de cada región, asegurando que el proceso de fiscalización que se realiza sea exhaustivo en todo el país.

El Director (s) del Instituto de Salud Pública, Roberto Bravo, señaló que “desde que la Ley de Fármacos nos entregó la atribución de fiscalizar los establecimientos farmacéuticos, hemos controlado a más de  300 sólo en la Región Metropolitana, lo que ha permitido detectar fallas, levantar brechas y cursar sumarios sanitarios. Todo esto con un solo fin, asegurar a la población que los medicamentos que allí se comercializan cumplen con toda la norma para un uso seguro”, indicó.

En este último período, y a fin de complementar las fiscalizaciones, se comenzó a ejecutar un programa piloto que fue sugerido por organizaciones ciudadanas, y que busca fiscalizar las farmacias al interior de hospitales públicos y clínicas privadas. 

Falta de genéricos

Se ha hecho común señalar que en establecimientos farmacéuticos existe una falta de medicamentos genéricos a disposición de la población. Entre las causas de que esto ocurra están las decisiones tomadas por los laboratorios de no comercializar estos productos, y que se deben, mayoritariamente, a decisiones comerciales.

Este ámbito, sin embargo, escapa a las facultades del Instituto de Salud Pública. Sin embargo, la población cuenta con medicamentos que pertenecen al petitorio mínimo y también con bioequivalentes que pueden ser intercambiables según la receta entregada por el médico.